Llega la publicidad a los libros

Las dificultades económicas por las que pasan en la actualidad los editores de libros incitan a la creatividad y a la apertura de nuevos caminos. Incluir publicidad en la contraportada de los libros parece haber aliviado a los promotores de esta iniciativa. Sin embargo,  para obtener los resultados pretendidos, creo que habría que llevar cuidado, publicitando iniciativas coherentes con los contenidos del libro, no sólo respecto a los productos, sino también respecto al resto agentes implicados, productores y proceso productivo. Si en la contraportada de un libro que me gusta, aparece el anuncio de un producto que me gusta porque quien lo comercializa y la manera en que lo hace también me gusta, el libro se beneficia del anuncio, sin duda, y no sólo económicamente. Podría adquirir un baño de realidad y de colaboracionismo viral muy interesante y aplaudible. 

Conocer al lector = vender más libros

Conocer el perfil del lector es la clave para vender libros. Así lo señalan los editores norteamericanos, que apuestan por la realización y uso de bases de datos sobre sus clientes como primera opción para aumentar ingresos,según una encuesta realizada a editores que representan el 74% de los ingresos editoriales en EEUU. Para ver más, aquí.

Canciones en modo Diseñó Gráfico

Por Viktor Hertz. Un buen ejemplo de diseño conceptual.
Ver más aquí.

Nuevos formatos: el primer móvil que aumenta la realidad de una revista

Las propuestas más radicales de cambio de soportes no están teniendo lugar, como parece, con el libro y el e-book, sino con las revistas. Un caso fue la portada-pantalla del 75 aniversario de la revista Esquire en el 2008. Ahora sale la Süddeutsche Zeitung Magazin... con realidad aumentada. Un ejemplo brillante de cómo la electrónica no sustituye a los formatos tradicionales sino que los acompaña y los completa.

Reflexiones y bibliografía sobre el tema "El futuro de la lectura" en el diario de lecturas del bloguero y crítico literario Vicente Luis Mora.

Ideas y humor para crear adicción a la lectura

La editorial Automatenverlag, de Hamburgo (Alemania) ha transformado los antiguos dispensadores de tabaco repartidos por la ciudad en máquinas dispensadoras de libros.

Adaptados al tamaño de un paquete de tabaco,  diseñados y pensados para despertar las ganas de leer, estos libros, pueden adquirirse por cuatro euros. Las máquinas de tabaco, situadas en lugares estratégicos, de paso o de espera, se han convertido en un adalid de la lectura.

Otras iniciativas semejantes le sirven de antecedente. El año pasado, la empresa Tank diseñó libros que presentaba como paquetes de cigarrillos y que llegó a vender incluso en el British Museum. Tal era la semejanza con los auténticos paquetes, que British American Tobacco denunció el excesivo parecido de la cubierta de Las nieves del Kilimanjaro de Hemingway con el paquete de Lucky Strike.