lunes, 22 de noviembre de 2010

El super-papel

Un nuevo papel elaborado de polvo inorgánico (yeso, caliza y mármol en un 80%) y resinas no tóxicas (20%), acaba de ser presentado en España como alternativa ecológica y perdurable frente al papel tradicional obtenido de madera y agua, ya tan debilitado en los últimos y tecnológicos tiempos. Si pensamos que un papel convencional no puede ser reciclado más de 7-10 veces, y que para su elaboración requiere de la participación de agentes químicos, blanqueantes, además de la tala de árboles que a pesar del incremento de la certificación FSC, sigue resultando agresiva en determinadas latitudes, este nuevo material, elaborado a partir de desperdicios de la construcción (según anuncian), de composición biodegradable, sin agua, y reciclable de forma indefinida, puja con  muchos puntos a su favor para hacerse un lugar en el mercado. Todavía más si añadimos su impermeabilidad y fortaleza frente a agentes abrasivos. Parece la pareja perfecta de la digitalización editorial, aunque acaba cerrando el círculo que excluye a las publicaciones tal y como las hemos conocido hasta ahora. No sabemos cuál va a ser la reacción de las papeleras españolas, ya heridas en la actualidad por los efectos de la crisis económica general y la específica del sector, dado el cambio de hábitos a los formatos digitales. La peor baza del super-papel: su precio, que es cuatro veces superior al del papel maderero y que para algunos supondrá el último escollo de supervivencia.

lunes, 1 de noviembre de 2010

La mujer, el mayor lector de ficción






Todos los estudios sobre hábitos de lectura lo reconocen: el perfil de lector mayoritario es una mujer, lectora de ficción,
 joven, con estudios universitarios, que vive en las grandes ciudades.
Una de las últimas investigaciones sobre el tema, procedente de Inglaterra, detalla algo más al respecto: las mujeres no sólo son las que más leen sino las que en un porcentaje mucho más alto devoran los libros. Pertenecen a un tipo de lector que los investigadores han venido a denominar Page turner o Gira páginas, aquel que muestra una gran dificultad para despegarse de la lectura, incluso para dormir. Frente a este tipo, los hombres parecen responder en mayor porcentaje -en un 32% frente al 18% en las mujeres- a la categoría del tipo de lector denominado Slow worm o Gusano lento, de lectura poco ágil, pero comprometida a llegar hasta el final del libro.
La ficción parece seguir compartiendo un importante vínculo con la mujer, la mujer joven de hoy, y es ineludible la pregunta: ¿Por qué?


Empezamos a enterarnos de su vida
llegando a recordar cosas que no habíamos vivido.
Supimos lo que era ser chica
y cómo el serlo te hacía soñar…

(Sofía Coppola, Las Vírgenes suicidas, 1999)